viernes, 6 de febrero de 2015

Relato de los hechos




Hay atestados policiales en el que el relato de los hechos es más apasionante que cualquiera de las novelas de intriga de cierta fama. Los redactores de atestados son como los escritores de ficción, algunos usan un lenguaje florido y desternillante sin pretenderlo-con todo el respeto para las víctimas-para recrear la secuencia de los actos del delito; en otros casos, los hechos  son descritos con precisión y sequedad narrativa, sin cargar las tintas.  Descubrir sin sobrentendidos  la línea temporal que sigue un ser humano para violentar a otro, tiene un efecto  demoledor para quienes tienen una concepción optimista del futuro de la humanidad. Constata que somos animales, depredadores al acecho de la próxima cacería. Es una generalización que no contradice la existencia de miles, millones de personas de buen corazón dispuestos a sacrificarse por los demás, sean personas, animales o plantas. Pero estos últimos no gobiernan Estados ni dirigen grandes instituciones y corporaciones económicas.    


Los mecanismos que mueven la sociedad se rigen más por el instinto asesino, la afirmación de nuestra santa voluntad, como única verdad a la que ha de doblegarse el mundo. Sí o sí.  De vez en cuando ocurre lo más imprevisible, un suceso que nos devuelve la esperanza en la especie. Un artista, un científico, la acción generosa de un desconocido en el metro,  por ejemplo, puede alumbrar un camino que creíamos cegado, o no habíamos advertido.



Leonardo Sciascia era un escritor siciliano, magnífico narrador de hechos que nos conduce sin trampas ni artificios al meollo del crimen, o del hecho que contado por él, provoca una reflexión en torno a la naturaleza de las acciones humanas. 

Escribió muchos años antes que Saviano, sobre el carácter extensivo e invasivo de la Mafia. No hay en los escritos de Leonardo Sciascia un Padrino que pronuncie frases lapidarias, tampoco una música épica que acompañe el crimen. La Mafia es un funcionario  o un comerciante, no solo los matones que con la cara pagan;  no siempre hay una fabulosa mansión donde se oculta el Capo. Gente normal y corriente son también Mafia. La corrupción política es una de las manifestaciones preferidas de esta virulenta infección social.  

Leonardo Sciascia es un escritor de atestados judiciales. Tan inteligente que después de leer sus libros acabamos por comprender el dónde, cómo, quién y el porqué. Claro que quedan misterios porque no todo es visible ni obedece a una relación causal que podamos entender al primer vistazo.
 

Cuando escribió La desaparición de Ettore Majorana, lo hizo conforme a su método: recogió pruebas, documentos, entrevistó testigos, familiares y amigos para acercarse a la vida y muerte (desaparición) de un científico mas que notable. Quien esté interesado en el personaje hay incontables páginas en la red que refieren sus descubrimientos  científicos y  apuntan hipótesis sobre la razón de su suicidio para unospara otros, de su voluntaria desaparición. Unos pocos apuntan a muy improbable conspiración y secuestro.

Ettore Majorana, físico, nacido en Sicilia en 1906, desaparecido en el trayecto en barco de Palermo a Nápoles,el 26 de marzo de  1938.  

Niño prodigio, desarrolló su  carrera en el grupo de trabajo de  Enrico Fermi,  colaboró también con el físico Heisenberg
Entre sus contribuciones a la física, destaca el fermion de Majorana

La física de partículas,el conocimiento de la estructura del átomo, era el objeto de su trabajo. 

En el año de su desaparición, Europa estaba punto de quedar devastada por una atroz guerra en la que los conocimientos científicos de la época tuvieron un protagonismo decisivo: la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki.

Ettore Majorana  sacó del banco, unos días antes de la desaparición, los salarios de los últimos meses. Pidió a su hermano que le enviara los ahorros que le había confiado. Se llevo el pasaporte.

Escribió tres cartas de despedida, dirigidas -dos-  a un compañero de investigación y una a su familia, a estos últimos recomienda no vestir de luto, y si acaso que no dure más de tres días. 

De su compañero de trabajo se despide dos veces, en la primera se disculpa por abandonar los proyectos en los que ambos trabajaban y la docencia. Poco más tarde, escribe la segunda carta. Dice que el mar le ha rechazado y que tiene intención de alojarse en el Hotel Sole de Palermo. Esa misma tarde del 26 de marzo toma el barco hacia Nápoles
  

Las dos última cartas fueron enviadas unas horas antes de la desaparición. Pide perdón por los trastornos que ocasionará su decisión. Dice que a las once de la noche aún recordará a colegas y seres queridos y es posible que después también. No hay señales en la escritura de tristeza o inseguridad. La caligrafía firme y decidida es impropia de un suicida, según opinión de los peritos calígrafos


Durante años llegaron noticias de gente que dijo  haberle visto en Argentina, en la propia Italia, con nombre falso. No se encontró nunca el cuerpo de Majorana, las pesquisas fracasaron, no se llegó  a una pista sólida de lo que ocurrió la noche del 26 de marzo.


Leonardo Sciascia, así como la propia madre de Mejorana, creyeron en la desaparición voluntaria por razones que, para el escritor, estaban relacionadas con el sentido ético de la finalidad científica. La hipótesis es que, quizás abrumado por las fatales consecuencias que podía tener la investigación atómica usada como arma, decidió abandonarlo todo para no ser partícipe del horror que se avecinaba. Alguien que conoció a Majorana afirmó que poseía una clarividencia extraordinaria.

En los años sesenta en un pueblo siciliano:Mazara del vallo, un vagabundo al que apodaban L'umocani, ayudaba a los niños en sus deberes de matemáticas y física, dicen que en el bastón  en el que se apoyaba estaba grabada la fecha del 5 de agosto de 1906, que coincidía con el nacimiento del científico. Fueron rumores que no se confirmaron.

Un informante le habló a Sciascia de un monje, antes un científico muy reputado, que había vivido en el convento, quien se decía participó en el equipo que trabajó en la bomba atómica. Con un amigo se dirigió al convento y allí, acompañado por el prior, visitó el edificio. El escritor sintió, en un momento revelador, que había llegado hasta allí para respetar un secreto y guardar silencio.     



             
                         

13 comentarios:

  1. No he sntido hablar de él, me has abierto el apetito. Por otra parte me has hecho recordar el pueblo de mi padre, en Reggio Calbaria, que se llama Bruzzano Zefirio...es la misma ambientación pero en la actualidad.
    Un placer volver a leerte ¡¡
    salut

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    1. Miquel, la próxima vez que viajes a la tierra de tu padre, piensa en Majorana, a lo mejor es hoy un hombre centenario o quizás encuentres a alguien que lo conoció.

      Un abrazo y gracias

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  2. Madame, una investigación apasionante. Nuevamente nos descubre usted un camino por el que resulta muy apetecible adentrarse. Tomamos nota tanto de Sciascia como de Majorana.

    Feliz fin de semana.

    Bisous

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  3. Madame, hay tantos misterios y personajes apasionantes en la historia - que le voy a contar a usted- que nos faltan vidas y tiempo para descubrirlos.

    Pase también usted un buen fin de semana. Bisous

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  4. Querida Amaltea, de una manera demasiado reductiva la historia y la crítica se han limitado a considerar “literatura” sólo los textos de creación más o menos estética, textos no utilitarios que podían encasillarse en los llamados géneros literarios de ficción, de poesía y de algunos tipos de ensayos, generalmente ensayos relativos al mundo de las letras (de la carreras de letras).
    La contribución de las ciencias, de las técnicas o incluso lo que provenía del mundo del Derecho, fue relegado al contenedor de lo funcional, dando a este vocablo el sentido más despectivo y zarrapatroso de la actividad humana. Error, craso error reducir la literatura a un universo empequeñecido por aquellos cuya opacidad mental les facultó para la crítica literaria.
    Son literatura, y de la buena, aquellos textos que explican la realidad tal como es, la anécdota, el detalle, la circunstancia del hombre y sus emociones. Es literatura aquellos escritos que cuando cuentan algo, lo cuentan bien, de forma que se entienda. Se trata de lo de siempre: sujeto+verbo+predicado, buena adjetivación, precisión, rigor, sintaxis y, por qué no, ortografía. Todas estas cualidades las hemos encontrado en magníficos atestados policiales, en memorias de proyectos de ejecución de redes de saneamiento o en informes forenses y no sólo en los géneros literarios al uso.
    En estos momentos estoy leyendo unas tesis sobre redes de alcantarillado en poblaciones de poca pendiente y te puedo asegurar que encuentro páginas que son un alarde literario, desde luego muy superior a infinidad de poemas o novelas de aprendices de brujo que podríamos calificar de “autores a la importancia” que se publican en la actualidad y que llenan las estanterías de las librerías.
    En cuanto a Leonardo Sciascia te diré que leí “El archivo de Egipto”, hace tiempo, recuerdo muy poco el texto pero sí la memoria de un autor que adjetivaba muy bien. Ahora estoy buscando "el día de la lechuza"
    Un abrazo
    Francesc Cornadó

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    1. Puede que hayas tenido suerte con esa tesis sobre redes de alcantarillado y estés maravillado con el desarrollo literario de la misma pero, desgraciadamente creo que no suele ser lo habitual. Yo que me dedico al mundo de la ingeniería desde hace ya demasiados años, he sufrido leyendo desastrosas memorias técnicas redactadas por ilustres cabezas pensantes pero llenas de errores de sintaxis, de construcción y ortográficos. Es habitual que la técnica esté reñida con las humanidades y viceversa. Un saludo.

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  5. Si te parece un modelo de prosa la tesis sobre alcantarillado,estamos los dos de acuerdo. La literatura tiene muchas manifestaciones en todas las disciplinas.Transmitir por escrito información que nos ayude a comprender mejor la realidad, o una de sus partes, y además provocar goce estético, eso es también literatura.
    Freud escribió su interpretación de los sueños o sus ensayos sobre arte, como una extensión de su saber médico, a mí me parece que fue ante todo un magnífico escritor. Hay tantos ejemplos de científicos que escribieron bien a la par que deleitaron a sus lectores, Darwin sin ir más lejos o las autobiografías de filósofos o arquitectos han proporcionado, al menos a mí, más alegrías que obras de ficción consideradas ejemplares.

    Una brazo grande.

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    1. Te digo, querida, que en dos ocasiones, cuando he dicho que me interesaba más una tesis sobre las alcantarillas que ciertos libros de poesía, he tenido que escuchar algún improperio.
      ¡Cómo son! No dan valor a la salubridad urbana. ¡Qué desagradecidos!
      Besos
      Francesc Cornadó

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  6. Y sin salubridad, el tifus acaba con los poetas.
    Es que la pulsión creativa puede disfrazarse de mil formas.Leí el otro día que el escritor Jhon Banville quedó maravillado ante la perfecta prosa que encontró en una manual de instrucciones de la lavadora. No te digo más.
    otro abrazo

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  7. A Sciascia llegué hace algunos años a través del pintor Renato Guttuso, un tipo que me encanta y al que he dedicado alguna entrada. Los dos eran muy amigos y los dos estaban bien situados en el Partido Comunista, allá por los setentaytantos, hasta que las divergencias que surgieron entre ellos a raíz del asesinato de Aldo Moro en 1978 les separaron. Es cierto eso que comentas de que "la Mafia es un funcionario o un comerciante, no solo los matones que con la cara pagan". Si has estado alguna vez en Sicilia esa malsana sensación la percibes a los pocos días de estar allí. Muy agradable tu entrada y muy interesante tu documentación sobre Ettore Majorana. Un saludo.

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    1. Pues recuperaré la entrada sobre el pintor Renato Guttuso, de quien no tenía noticias.
      En Sicilia, y no tan lejos, comunidades en las que se toleran abusos por miedo a ser señalado. En fin,es una cuestión de magnitud, mafias pequeñas o grandes que controlan zonas en las que quien manda impone su propia ley y pocos se atreven a chistar.

      Gracias por la visita.

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  8. No le diré que no. Que un atestado o incluso incluso alguna resolución judicial tienen su punto, pero leyendo me he acordado, misterios sin resolver aparte, de la investigación de Capote sobre el asesinato de los Clutter y su tratamiento literario, esa sí una joya literaria, en mi opinión, claro.
    Un saludo.

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  9. Pues tiene usted razón. La obra de Capote es uno de esos referentes que han inspirado a muchos escritores para construir una obra en torno a sucesos reales.
    Saludos.

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