sábado, 13 de noviembre de 2010

Camille Flammarion

La liseuse,  Jean-Jacques  Henner 1829-1905


Ya te dije en alguna ocasión que hay amores que matan y otros amores que ni fu ni fa. Estos últimos proporcionan cariño en la superficie, como el que se tiene a un periquito, sin esperar de él más que una ligera comprensión y compañía, amor que es el alpiste que sostiene la convivencia. Estamos de acuerdo, es mucho más saludable un amor de los segundos que el sinvivir de los primeros. ¿Te aburres? Me pides que vaya al grano, pues bien,   aunque sea sólo sea de oídas,  te sonará el astrónomo Camille Flammarion,  fundador de la Societé astronomique de France y responsable de dar el nombre de Amaltea a una de las lunas de Júpiter. ¡Ajá, ya salió! Sí, confieso que de ahí viene mi querencia por el personaje.

Claro que mi simpatía por Flammarion ni de lejos se acerca a la pasión que sintió la condesa de San Agnés por el astrónomo,  quien también fue muy curioso, un  diletante en raros conocimientos. La condesa murió joven y hermosa, una circunstancia que  Flammarion supo una día después del óbito.¿Qué? que diga muerte como todo el mundo, bien, pues murió la noble pero antes de la última exhalación le pidió a su médico de cabecera un favor. 
Mientras se celebraba el funeral de la condesa, el médico se dirigió al domicilio del astrónomo a quien no conocía, para entregarle un paquete. Flammarion notó un olor extraño, rompió el envoltorio y de la caja de fieltro cayó una larga tira de piel blanquísima: pertenecía a la espalda de la joven muerta. El sabio quedó horrorizado, como es natural, pero al conocer las circunstancias y naturaleza de ese regalo póstumo, lo aceptó y no sólo eso, sino que mandó encuadernar, por deseo de la condesa,  un ejemplar del libro Las Tierras del cielodel que era autor,  con la piel de quien tanto y con tan férrea obstinación le había amado desde niña, sin que jamás hubieran cruzado entre ellos  una palabra.
El libro acompañó a Camille Flammarion el resto de su vida, cuentan que lo tuvo siempre sobre su mesa de trabajo, nunca se separaba de él; cuando murió, el ejemplar desapareció. Las malas lenguas atribuyen a la celosa esposa del astrónomo la destrucción del regalo de amor eterno. O quizás existe y está a la espera de pasar a manos merecedoras de tal herencia. 


10 comentarios:

  1. "Lo que realmente nos hace como somos está más allá de la comprensión, está mucho más allá del conocimiento. Cedemos ante el amor porque nos proporciona un sentido de lo desconocido. Lo demás no importa. El final no importa."

    Cito estas palabras del personaje que interpreta Jeremy Irons en la película "Damage" de Louis Malle, en un intento por corresponder a la belleza de tu texto. Algo sumamente difícil, por otra parte.

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  2. Pedro,me encanta tu visita y las palabras que traes contigo. La película es tremenda y conmociona porque nos recuerda el abismo sobre el que caminamos. Quien se adentra en ese laberinto irracional sale maltrecho o no sale.

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  3. Lo de que está mucho más allá del conocimiento lo que realmente nos hace como somos, es una frase para mentes obtusas que jamás podrán escribir ningún libro de Astrononomía al estilo de Flammarion, en ese estado de letargo neuronal. Lo que nos hace como somos es totalmente comprensible usando el neocórtex cerebral. Quien no lo usa y se abandona a los instintos más primarios (complejo reptilino, cerebro primario de color verduzco que hay en el centro de la cabeza) claramente es incapaz más que de soltar frasecitas de ese tipo, al estilo del cubano Dinio y su "la noche me confunde". Y pasa por intelectual si lo dice con auténtica convicción.

    Bueno, el caso es que Flammarion se casó dos veces, con dos mujeres súper inteligentes por cierto, y usaba el conocimiento y la comprensión tanto para saber quién era él como para explicar a los demás cómo era al Universo.

    Tanto es así, que se sabe que una de las mentes más confusas e hipersensibles, la de Vincent Van Gogh, leía ávidamente la "Astronomía Popular" de Flammarion allá por 1888 y ello se reflejó en la exactitud de los astros y constelaciones que aparecen en todos sus cuadros de cielos nocturnos, donde no hay ni una estrella de más ni de menos. Quizá quienes se pasan la vida confundidos por la noche, deberían al menos abrir de vez en cuando algún libro de astronomía para saber el lugar que ocupan en el espacio, no vaya a ser que acaben pensando, como suele ocurrir, que el ombligo de la insoportable Juliette Binoche es el centro del universo.

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  4. Muchas gracias Frida, honrada de recibirte en esta casa. No sabía de la afición de Van Gogh por las obras de Flammarion, un precursor de los Sagan o de los Penrose de ahora, famoso fue y con razón. Por mucho que le demos al neocórtex y matemos las pulsiones reptilianas, reconoce que se nos escapa una parte esencial del conocimiento de nosotros mismos, liados como estamos en distinguir las propias observaciones subjetivas de lo que es un conocimiento objetivo "fiable" de lo que somos El que busca es aquello que esta siendo buscando, dijo una vez un lama.

    Francesc Cornadó, muchas gracias de unirte a esta nave escacharrada.

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  5. Creo sinceramente que el desprecio por las opiniones ajenas y la propensión al insulto para dar más fuerza a los propios argumentos revelan la mala educación. Una persona puede ser brillante intelectualmente (o al menos creérselo). Pero frente a aquello que es opinable debe prevalecer cierto sentido del tacto. Es algo que no se aprende en ninguna escuela, aunque se adquiere por sentido común. Es algo que nos diferencia de los animales, así como de algunos políticos, artistas o personajes famosos, que se creen en posesión de la verdad.

    Confieso mi admiración por aquellas obras de ficción en las que el personaje sucumbe a sus instintos. La derrota es fuente aprendizaje. Y me gustaría pensar que todos podemos aprender de todos. Aunque soy de los que prefieren elegir a sus maestros.

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  6. Me parece de un romanticismo supino por parte de él al no despegarse del regalo. Ella era un poco gore o satánica o emo...leprofílica (o pro-leprosa, no estoy segura) sí, al menos.

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  7. Marieta, ella, hoy, habria sido una estrella idolatrada con millones de seguidores, estoy segura. Flammarion no pudo resistir la fascinación de ser el objeto de la trastornada pasión. Vanidad de la que poca gente se libra.

    Pedro, de acuerdo contigo ¿Qué mejor tratamiento contra la ludopatía que leer El jugador, de Dostoiewsky? por poner un ejemplo. Conocer las miserias y la abyección humana es mucho más efectivo que mil tratados científicos con intención pedagógica. Puede más un Von Kleist con su Michel Kolhaas que un informe de Amnistia Internacional sobre los abusos de poder.

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  8. Dado mi antirromanticismo militante coincido con lo del alpiste. Los amores que matan, matan.

    Salud

    Francesc Cornadó

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  9. Y siendo una emoción que oscila de volátil a obsesiva y viceversa, Francesc Cornadó, es preferible la frugalidad y el verlas venir guardando conveniente distancia.

    Un abrazo,

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  10. Es bonito vivir algún amor loco que otro, pero desde luego, para una buena salud mental y afectiva son más aconsejables los de alpiste, sin duda alguna. Un abrazo y buena y nevada semana,

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