sábado, 13 de febrero de 2010

La buena dirección


      Placa del Pioneer, un mensaje para civilizaciones extraterrestres.


En la playa de la isla se acumulaba la basura dejada por la marea  baja, entre los restos de plásticos, ruedas de coches y una trona en la que se adivinaba el resto de pintura azul, había una botella de gaseosa con el tapón oxidado y dentro de ella un trozo de papel. 
El mensaje de la botella fue echado al mar en el pueblo de Pobra do Caramiñal, Galicia,  el 5  de agosto de 1964, lo firmaba Francisca Pousa. Decía así: 

A quien pueda interesar: tengo dieciséis años, soy bien parecida y busco  un novio extranjero para casarme y tener hijos, me gustaría que fuera americano. El que quiera ser mi novio  que me escriba a la siguiente dirección: calle Lombiña, 16, bajos. Prometo contestar. 

En el papel cuadriculado, una hoja arrancada de un cuaderno escolar y debajo de la firma, la autora del mensaje había pegado una foto recortada. Su propia foto, en la que se apreciaba la timidez adolescente en la sonrisa apenas dibujada en el rostro enmarcado por una melena oscura, repeinada con artificio para disimular las orondas mejillas.

El 7 de octubre de 2009, en la playa de Osprey de la Isla Gran Turca, William  J. Pertierra, de sesenta y tres años, paseaba a Max, su perro mil leches recogido diez años antes frente a la Iglesia de Santa Maria, en Cockburn Town,  donde lo había visto rondando durante días en busca de amo. Le impuso al perro el nombre de Max por el personaje de Luces de Bohemia, obra escrita por su  paisano Valle Inclán.

El tapón de la botella estaba tan soldado al vidrio que no hubo más remedio que romper la botella con una piedra; la hoja de papel doblada en cuatro pliegues, amarilla y quemada en los bordes, conservaba la caligrafia redondilla y la foto intacta de Francisca.  Durante unos momentos, William J. miró al  horizonte despejado en el que se veían los primeros barcos del día llenos de turistas, luego  miró de nuevo  la foto y la firma, se mojó los labios y besó, un poco mareado por la emoción,  el trozo de papel.
-Max, ven aquí. Hay Dios o Diablo ahí arriba que se burla de nosotros. 
El perro lamió la mano temblorosa del amo que se derrumbó sobre la arena, incrédulo y maravillado de tener entre sus manos el mensaje de su antigua vecina y  primer amor de juventud.       

12 comentarios:

  1. es de esas historias que a ti te encantan y a mi me dan rabia. ¿Y por qué no se declaró el jodío en su momento!?
    Odio a los pusilánimes

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  2. Anónimo Anónimo dijo...

    Acabo de aterrizar en esta playa por casualidad y me ha impresionado esta historia ¿es real?
    Yo soy de un pueblo cercano a Gijón, familia marinera y recuerdo que un tio mio contaba que faenando por el índico habian encontrado una botella con un mensaje en español que decía algo así como condenados los que no saben leer los labios del sabio. o algo parecido, el papel y la botella lo guardó el capitamn del barco.Eso pasó en los años sesenta.

    Manu

    16/2/10 2:21 PM

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  3. AMALTEA dijo...

    Manu, perdona que tu mensaje lo haya borrado por error, aunque ya está restaurado por eso hay dos fechas.
    La historia podría ser real, en la gran Isla Gran Turca e Islas Caicos existe un museo dedicado a los mensajes encontrados dentro de botellas. Te aseguro que algunos de los mensajes exhibidos en el museo rompen todas las reglas de la probabilidad.
    Me parece mucho más literario el mensaje que encontró tu tío que el de mi relato, es más, creo que en esa frase hay gato encerrado, con tu permiso, la próximna entrada la voy a dedicar a especular sobre él. Gracias.

    Marieta, la humanidad desaprovecha continuamente oportunidades para mejorar, y si nos fijamos en lo particular, qué voy a contarte, pues ahí las tienes, personas infelices porque no se atrevieron en su momento a elegir la oportunidad que tenían ante sus narices.

    17/2/10 6:23 PM

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  4. Que historia más interesante; ¡sus relatos cortos son una maravilla!.
    ¿Que debe pasar por la cabeza de una persona que vive una situaión semejante?, ¿que debe sentir su cuerpo?; ¡Seguro que cómo el pobre William debe sentir que hay una conexión cósmica que jugetea con los desválidos humanos!
    Su atento admirador.

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  5. Cándido,casi todos nos hemos sentido asombrados frente a situaciones que se resisten a ser interpretadas desde un punto de vista racional. Y si el suceso nos favorece, nos sentimos tocados por la gracia y queremos repetir. Es la sal de la vida, lástima que a veces las conexiones cósmicas, como usted las llama, produzcan un cortocircuito sin arreglo posible.

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  6. ME GUSTA ESTE BLOG.BELLO, CULTO Y LIMPIO.¡ENHORABUENA!

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  7. Manuel Maria Torres Rojas, gracias por tus buenas palabras.

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  8. SIGO SIN DAR CON LA TECLA PARA SEGUIR TU BLOG, TAN ATRACTIVO Y BIEN ESCRITO.¡ES CASI TAN ARDUO COMO ENCONTRAR EL PUNTO G!

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  9. Manuel, he estado revisando la configuración y no veo cómo arregar que aparezcan los seguidores del blog.Espero arreglarlo pronto.

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  10. Amaltea, no seas tan humilde. Todos sabemos que seguirte es ardua tarea.
    Amigo Manuel, a Amaltea no hay quien la pille.

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  11. Encantada con el espacio, y con los silencios de esa historia de amor. Yo no domino su idioma. Desculpa por algun error.

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  12. Helena, gracias por tu visita y por el esfuerzo del comentario en castellano. Un día de estos te pido permiso para colgar una de tus pinturas en el blog. Un saludo, amiga.

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