jueves, 28 de mayo de 2009




Las malas cosechas y las deudas de un pequeño propietario provocaron la desgracia de la familia. El padre murió en la prisión y la madre, desnutrida y enferma, acabó también muriendo; los niños fueron echados de su granja y obligados a vagabundear por los pueblos.
Este cuento infantil publicado a finales del siglo XIX , cuenta la miseria de una familia hundida en la penuria económica. No todo estaba perdido, los huérfanos encontraron una ayuda desinteresada entre sus vecinos, Tomy se embarcó con la intención de hacerse marinero y Margery quedó sola al cuidado de una vecina, recibió como regalo unos zapatos y con esfuerzo, paciencia e inteligencia aprendió a leer, enseñó a leer a otros niños y a un cuervo al que previamente había rescatado del tormento al que sometían unos malvados niños. Margery sobresalía entre sus vecinos por poseer cualidades intelectuales y morales poco comunes así que la envidia empezó a crecer y fue acusada por sus vecinos de un delito de robo. En el juicio demostró su inocencia, el juez quedó prendado de Margery y viceversa. El día de la boda, un joven deslumbrante apareció en la iglesia, era su hermano Tomy que había conseguido ganar una fortuna en los mares lejanos. Y así acaba este, en apariencia, sencillo cuento pero que contiene los trazos fundamentales sobre los que se ha construido el ethos de la sociedad norteamericana. No es importante el origen social o nacional sino los valores personales y el esfuerzo para superarnos y conseguir el objetivo que en Estados Unidos no puede ser otro que el reconocimiento social y la fortuna económica.

Goody Two shoes
1888. New York. McLoghlin Bros. American Libraries

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