lunes, 9 de febrero de 2009


En el año 1711, el comercio de esclavos era una inversión muy rentable. Las acciones de la Compañía de los mares de sur, que detentaba el monopolio del comercio con las colonias españolas en América, subieron imparables con la promesa de una rentabilidad segura que cuadriplicaba su valor inicial. En 1720 estalló la burbuja, arrastrando a la ruina a miles de inversores que confiaban en el saneado comercio humano.

Entre 1450 y 1870 se estima en 45 millones de personas las que fueron obligadas a salir de África, sólo 15 millones llegaron a su destino como fuerza de trabajo y propiedad de quienes los compraron.

El padre Alonso de Sandoval relata como testigo que los negros "van de seis en seis encadenados por argollas en los cuellos, asquerosos y maltratados, y luego, unidos de dos en dos con argollas en los pies. Van debajo de la cubierta, con lo que nunca ven el Sol o la Luna. No se puede estar allí una hora sin grave riesgo de enfermedad. Comen de 24 en 24 horas una escudilla de maíz o mijo crudo y un pequeño jarro de agua. Reciben mucho palo, mucho azote y malas palabras de la única persona que se atreve a bajar a la bodega, el capataz".

En 1880 se abolió el comercio de esclavos en España.



Ilustraciones, Harvard University, ids.lib.harvard.edu/ids/copyright.jsp
y © Copyright 2004 by the University Library, The University of North Carolina at Chapel Hill

2 comentarios:

  1. Hay que aprender y recordar este tipo de hechos cada poco tiempo. Me escandaliza que los hombres seamos capaces de hacer algo tan atroz -y que se considerase normal!-...
    Lo que más me sorprende es que no se aboliera el comercio de esclavos hasta 1880!!!!! no tenía ni idea, increible!

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  2. Lo peor es que hoy también hay tráfico de esclavos. Sigue siendo un gran negocio.

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